domingo, 14 de marzo de 2010

La pastilla milagrosa

El ministro Ugarte se pronunció la última semana alegando que la píldora del día siguiente no es abortiva y por lo tanto sería distribuida de forma gratuita en el país, desafiando así la sentencia del Tribunal Constitucional que prohibió su distribución.

Se emitió una resolución ministerial en donde se informa que existe la certeza de que la famosa píldora no es abortiva ni mucho menos causa efectos secundarios o que dañen la salud de las mujeres. Después de unas horas podíamos ver como se distribuían en las afueras de los hospitales decenas de pastillas, cual espectáculo de repartición de caramelos en el día de las brujas.

Es entendible que lo que se busque con este tipo de campañas es beneficiar a los sectores más pobres del país, pero precisamente por este factor ¿Es una acción responsable de parte del ministro dar sin antes educar? La solución a las alarmantes cifras de tasas de natalidad no está en tapar el problema con adjudicar medicamentos gratuitos, porque si así fuera, sería más efectivo que el ministro saliera a repartir preservativos.

Para su información Sr Ugarte, entre sus efectos a largo plazo puede producir esterilidad, y ginecólogos explican que puede acarrear trastornos hormonales, es decir que esta pastilla puede producir todo un caos en el sistema femenino. Especialistas coinciden en que se debe tomar solo una o dos veces en la vida, pues es estrictamente solo “para emergencias”.

La polémica se creó en torno a si la famosa píldora era abortiva o no. Existe quienes dicen que sí y quienes afirman lo contrario, pero ¿Es realmente ese tema lo único primordial? El gobierno se preocupa en abastecer las postas médicas con la pastilla, pero ¿Hay algún modulo que explique su uso o los efectos que puede acarrear su consumo excesivo o indiscriminado? O lo más importante, que especifique en que ocasiones debe ser tomada.

El asunto debió ser manejado desde el principio como una salida ante una emergencia, es decir después de que una mujer haya tenido relaciones sexuales sin su consentimiento o haya habido algún tipo de violencia sexual. Lamentablemente la idea que se tiene ahora es que se trata de un método anticonceptivo más, lo deplorable es que la falta de conocimiento sobre su uso solo atraerá más problemas a aquellas que no tienen acceso a medios de información.

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