domingo, 21 de marzo de 2010

¿Legalización sinónimo de reforma?

En México un conocido empresario ha desatado la polémica al manifestar su aprobación a la legalización de las drogas, haciendo inferencia a que esto combatiría el narcotráfico y a su vez reduciría la violencia, que según indican las estadísticas han registrado 30 muertes diarias por ajuste de cuentas en los últimos dos meses.

En el Perú ya no es una rareza que se mate “por encargo”, y con esto hago alusión a que la realidad de México no está muy distante de la nuestra. ¿Es entonces lógico creer que cuando el gobierno ya no puede contra el narcotráfico, la única solución es estropearles el negocio haciéndolo legal y consecuencia lógica cobrarle impuestos a los consumidores, como se hace con el tabaco y el alcohol?

Exceptuando a Holanda, todos los países que han experimentado la legalización de las drogas, se han visto en la necesidad de retractarse (Alaska 1975-Inglaterra 1960), pues la cantidad de adictos incrementaba incontrolablemente y no es que Holanda se encuentre absuelta de esta condición, puesto que el narcoturismo en las ciudades fronterizas (Terneuzen y Maastricht) es uno de los mayores atractivos, ya que alli se pueden conseguir hasta 5 gramos de marihuana por persona en el coffeeshop más cercano.

El alcalde de Surquillo Gustavo Sierra propuso hace algunos meses que las farmacias del Minsa vendan drogas a los adictos en pequeñas dosis y de forma controlada (junto a un padrón de adicción) para así a aminorar las cantidades consumidas y por ende ayudar en la rehabilitación de éstos. Parece que este señor no es consciente de sus palabras, teniendo en cuenta que su distrito posee altos índices de delincuencia, sería como ponerle el arma en las manos al asesino. Como prioridad a su labor le agradecería al Sr. Sierra se ocupe primero de todos aquellos delincuentes que nos asaltan a toda hora a la salida de la universidad en la avenida República de Panamá.

¿Cuál es la premisa que puede hacer que un funcionario de Estado, un presidente o un empresario millonario propongan semejante barbarie? Lo único que queda pensar es que actúen por intereses personales. La droga deteriora el sistema nervioso, produce alteraciones psicológicas, agresividad, pérdida de energía, e incluso paranoia, es decir: mata lentamente.

En una sociedad donde las drogas son permitidas, quizá sería cosa de todos los dias los apiñamientos y espectáculos a plena luz del día de gente drogándose a toda hora en las calles y parques, escolares llegando drogados a clase (total, si el Estado lo apaña, ¿con qué autoridad se le podría reclamar a un estudiante en formación?) O lo que es peor, los asesinatos y crímenes pasionales saturarían las páginas policiales de los diarios.

El efecto de las drogas limita que las personas progresen y se superen, por ende a que la sociedad se desarrolle. ¿Qué sería de una nación donde nuestros hijos crecieran en esas condiciones? Que los políticos no caigan en el error de pensar que la legalización suprimiría la violencia, pues este acto solo produce la ilusión de que el delito se contrarresta. La adicción estaría consentida y por ende la degradación de la sociedad será una consecuencia mayor con la que tendrían que cargar.

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